Por su ubicación - 60 km de la carretera - está aún aislado de la civilización y ojalá se mantenga así por un largo tiempo.
Perfectamente camuflajeado con la piedras, este pequeño amigo no se mostró temeroso, pero sí lo sufientemente prudente.
Al contraste con el follaje es más visible.
La última pose, pero el estar demasiado cerca le incomó y emprendió la graciosa retirada.
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