Al regresar al DF en viernes santo, se puede ve la ciudad, no perfectamente clara, pero se ve.
El Paseo de la Reforma tiene forma y el castillo de Chapultepec es reconocible.
Al volver al DF de nuevo, una semana después, en domingo último de vacaciones escolares, ya a las 7:30 de la mañana es terrible la diferencia, me costó trabajo entender que este es el mismo paisaje en un día que supuestamente es de descanso y que aún no han salido a las calles muchos coches, guuuuuacala